2 dic 2012

EL ESTADO DE LOS COLEGIOS (noticias de la prensa)

Los recortes erosionan los cimientos de la red escolar   
(El País)

Las vacas flacas hacen más difícil la erradicación de los barracones escolares, en los que Valencia es líder, mientras en los viejos colegios se desploman los techos
Barracones para la comunidad escolar. Aulas prefabricadas según la Administración. Contenedores de obra en expresión implacable de las familias del colegio público de infantil y primaria (CEIP) 103, un campamento de barracones ubicado junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Cualquier fórmula expresiva que se utilice, difícilmente oculta lo esencial: la provisionalidad que se alarga hasta parecer eterna a quienes la padecen, como las familias de los alumnos y alumnas que reciben clases.
Según los datos de la Consejería de Educación, la Comunidad Valenciana cuenta actualmente con 750 barracones escolares, lo que la convierte en la más poblada en este aspecto, junto a Cataluña. Otra significativa característica de los barracones es que son propios de la red escolar pública. No es fácil encontrar centros privados o concertados con aulas prefabricadas, y menos con cinco u ocho años de permanencia.
Ante esta situación, suelen ser las asociaciones de padres y madres de alumnos las que alzan la voz, en algunos casos hasta el agotamiento. El colegio 103 es tan provisional que ni siquiera tiene nombre, o lo que es peor, tiene el nombre de un coñac, a pesar de ser el más nuevo de Valencia ciudad, y la indignación de las familias les ha llevado a presentar 327 denuncias por la insalubridad de las instalaciones y otros tantos recursos de alzada, la semana pasada, ante la Consejería de Educación por la falta de respuesta de ésta a sus denuncias. Hace cinco años que se instalaron en los barracones con el compromiso de que en poco tiempo tendrían un colegio nuevo en el solar vecino de las Naves Cross. Y ahí siguen.
Al comentarle el caso a María Dolores Tirado, presidenta de la Federación de Ampas de Castellón, ironiza: “Pues aquí les ganamos”, dice. El de Benadresa, que es una pedanía de Castellón, lleva ocho años en barracones y no ven el momento de pasar a un centro definitivo. “La anterior presidenta del Ampa del centrome decía 'ay, Loli, me iré del cole y seguirá en barracones”, recuerda la presidenta de la federación castellonense. Y, efectivamente, los barracones siguieron allí cuando dejó el cargo. “No me gustaría que me pasara lo mismo, dejar el cargo de presidenta de la federación y que el colegio de Benadressa siguiera igual". Y es que la provisionalidad, por definición, no cubre las contingencias de lo definitivo. No es la menor “tener que poner planchas de cerámica en el suelo para acceder a los barracones cuando llueve, porque es una especie de vaguada”. Les han dicho que comenzarán a hacer el colegio nuevo en enero, pero no las tienen todas consigo porque también les aseguraron que este curso lo empezarían en las nuevas instalaciones y ahí permanecen. Esa es la tónica.
“Yo no quiero que a mi hijo, cuando llueva, le caigan los gotarrones en el pelo”, canta una voz aflamencada en uno de los videos que ha colgado en Youtube el ampa del colegio Ciutat de Cremona de Alaquàs, cansada de reivindicar desde hace ocho años la construcción de un colegio “en condiciones”, que se convertirá en el decano de los barracones si construyen el de Benadressa. Hace un par de años, el Ayuntamiento cedió suelo para la construcción del colegio nuevo. “Nos dijeron que en el segundo semestre iba a entrar en licitación, pero no ha sido así”, se lamenta Tendero.
“A nosotros se nos ha juntado la crisis y que este Ayuntamiento es socialista”. Para corroborar su tesis anotó los centros en licitación o construcción que mencionó la consejera de Educación en las cortes el 6 de noviembre: Sant Francesc de Borja, en Gandia; el IES de Dénia; los C.P. de Murla, Torrevieja, Benicarló, Benadresa, Elche y Torrent; el número 100 de Russafa y los ciclos formativos Botànic Cabanilles de la Vall d'Uixò. Además de no estar el Ciutat de Cremona, comprobó desolado que todos esos municipios gobernaba el Partido Popular. Y no puede olvidar los tres desalojos que han tenido en tres años, “dos por lluvia y uno por viento”.
"A nuestro colegio lo dieron como ruina técnica y nos dijeron que sería cuestión de un año", recuerda María Ángeles, presidenta del Ampa del CEIP Manjón-Cervantes de Alicante. De eso hace ya cuatro años. Cuando llueve hay goteras, en invierno hace frío, queremos volver a nuestro cole, son los mantras que recitan las familias. Para María Ángeles Fernández, además, los barracones están a media hora, mientras que el colegio en ruinas lo tiene a cinco minutos. “El concejal de educación nos dijo que comenzaríamos este curso, si no en septiembre en diciembre”, reitera, en una cantinela que se repite. La siguiente fue una reunión con el director territorial y ya no les podía dar fecha, sólo intentar incluirlo en los presupuestos in extremis. Mientras tanto, el viejo colegio está cada día más ruinoso y “han tenido que tabicar las puertas para que no entre gente”. Cuanto más tarden, “más caro saldrá”.
“La realidad demuestra que hay un gran déficit de infaesctruras en la escuela pública, se han olvidado del mapa escolar”, asegura el ilicitano Tomás Sempere, presidente de turno de la Federación de Ampa Gonzalo Anaya. “Y cuando construyen uno nuevo piensan que se mantiene solo. Cita como ejemplo el Vicenta Ruso, de Santa Pola, un colegio de nueva construcción, hecho “sin tener en cuenta la cantidad de gente que se va a vivir a la zona”. “Y por eso se ha quedado obsoleto en poco tiempo”, dice. ¿Solución? Se han añadido barracones para satisfacer la demanda existente.
Desde la Consejería de Educación destacan que este curso ha dado comienzo “con un 10% menos de aulas prefabricadas” y que con la construcción de los seis colegios nuevos “se eliminará el 20 % de las aulas prefabricadas existentes”, 150 aulas, o lo que es lo mismo, 587 módulos prefabricados, según los datos de la Consejería de Educación, Formación y Empleo. Una vez construidos esos colegios quedarían en el territorio escolar valenciano 500 aulas con alrededor de 2.300 módulos prefabricados.
Los barracones del 103 contrastan con la millonaria Ciudad de las Artes
Sólo con la construcción de los dos centros de Gandia y Dénia se eliminarán 242 módulos, avanzando, según la consejería, en el el “plan de eliminación de aulas prefabricadas compromiso del presidente Fabra”. El Gobierno catalán anunció el fin de los barracones para 2015. En Valencia la fecha no está fijada.
Mientras se habla de colegios nuevos, las infraestructuras existentes muestran sus goteras, y no sólo metafóricamente, como si los recortes fueran socavando los cimientos de la red escolar pública. Hay colegios públicos vetustos cuyos techos se desploman, como sucedió la madrugada del viernes en el Luis Vives de Valencia, que en 2013 cumplirá cien años. Con ser grave el desprendimiento del techo en un aula, más preocupante resulta saber que las familias habían remitido múltiples informes sobre las deficiencias del centro y reclamado reformas estructurales antes de que pasara esto, que el presidente del ampa, Félix Crespo, califica como “tercer aviso”.
FAPA-Valencia había presentado además al Ayuntamiento de Valencia un informe de deficiencias de mantenimiento en la ciudad en el que se detectan serios problemas en el coelgio Tedoro Llorente, el Villar Palasí, El Saler, el Barcia Goyanes y, cómo no, el Luis Vives.

El colegio de Montserrat y el 103 en la ruta del despilfarro

La Federación Gonzalo Anaya se suma al 'Autobús per l'ensenyament Públic' de Xarxa Urbana

Los padres y madres de los alumnos de los barracones del Colegio 103 de Valencia, han participado este sábado, una vez más, en la la llamada Ruta del Despilfarro, en esta ocasión dedicada específicamente a la enseñanza pública. El colectivo perodístico Xarxa Urbana, organizador del recorrido, ha convocado a diversos colectivos educativos en un acto "Por la libertad de elección de la Enseñanza Pública en Valencia” y ante, señala el ampa del 103, "la amenaza privatizadora al CEIP 103 que diversos medios valencianos ya han venido confirmando en los últimos días, a pesar de los silencios y eufemismos empleados por la Consellería de Educación al respecto".
El acto central del recorrido del llamado “Bus per l’Ensenyament Públic” ha tenido lugar a media mañana  ante el solar destinado a la construcción del futuro Colegio 103, situado junto a las Naves Cross, próximo a la avenida de Francia y junto a la Iglesia de los Mártires.
Al acto reivinciativo se han sumado madres y padres del Colegio Público de Montserrat, impulsores del ya popular calendario erótico para conseguir el transporte escolar que la Administración ha retirado, y también afectados por la epidemia de barracones escolares que padece la Comunidad Valenciana. Representantes de la ejecutiva de la  Federación de Padres y Madres Gonzalo Anaya han respaldado el encuentro con una pancarta contra los recortes en educación. Los padres y alumnos del CEIP 103 se han presentado ataviados con sus “barracones escolares” a modo de gorros, mientras que las familias del Evaristo Calatayud llevaban un chaleco donde se leía ¡Escola nova ja!También han  participado en este acto  sindicatos de enseñanza y  estudiantiles. 
Entre los políticos que han asistido al acto se encontraba el concejal socialista de educación en el Ayuntamiento de Valencia, Félix Estrela, que defendió ayer en el pleno municipal la construcción del nuevo colegio público 103.

El óxido como amenaza

El colegio número 103, de Valencia, se ha convertido en un símbolo de la precariedad de instalaciones

Es todo un símbolo porque es el único centro escolar de la tercera capital de España que está completamente instalado en contenedores tuneados de obra, como denominan los padres y madres del colegio número 103 a lo que la Generalitat llama aulas prefabricadas. También porque está en el entorno de la Valencia escaparate del mundo que representa la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde se han invertido centenares de millones, pero no ha alcanzado la calderilla para construir un colegio canónico. Y también, quizá, porque su caso ha sido recogido por televisiones extranjeras.
Cuatro años hace que pidieron por registro de entrada “una valla en condiciones” para los niños de 3 a 8 años que llevan toda su vida escolarizados en barracones, como explicaba la vicepresidenta del Ampa del centro, María Jesus Algás el viernes en el pleno municipal. “La falta de alarma y seguridad, también por la altura de la valla”, que “ha propiciado robos”, se añade a la mala instalación de las tuberías, que provoca atascos en los lavabos “creando problemas de higiene”, además de olores, óxido y humedad.

El presidente del Ampa, Ulisses Calabuig, decía que más bien parecía una valla “de separar ganado”, y marcar un espacio donde no están separados los alumnos de infantil y primaria; carente de biblioteca, gimnasio y aula de informática, y donde el aula de música se moja si llueve, cosa usual en el otoño valenciano.
“Se solicita a la honorable consellera de Educación” que “cumpla con la obligación de mantener y conservar el centro en las debidas condiciones de salubridad e higiene en tanto titular del mismo; y previa la tramitación correspondiente proceda a la construcción, con carácter de urgencia, del centro definitivo en aras a abandonar la situación de provisionalidad actual del CEIP número 103”. Así concluía el recurso de alzada presentado por los padres de este colegio sin nombre, provisional en sus instalaciones y el suelo que pisa.
María Jesús Algás recordaba que la licencia de obras del centro ya había caducado al no haberse “construido el colegio en el terreno que cedieron en 2010”. Se dirigía al teniente de alcalde Miquel Dominguez, porque la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá se fue del pleno cuando esta madre empezó a hablar.
La Consejería de Educación “prevé construir un nuevo centro en la medida que exista disponibilidad presupuestaria”. Califica las aulas como “las mejores que existen en el mercado y en la Comunidad Valenciana, porque están hechas con metal forrado en chapa y se pintan cada año para evitar que se oxiden. Algás asgura que no es cierto y muestra una foto tras otras de zonas oxidadas como prueba. En cuanto a “mantenimiento, conservación y vigilancia”, remite al Ayuntamiento. El concejal socialista Félix Estrela presentó una moción sobre la situación del centro y el concejal delegado de Educación, Emilio del Toro, habló de unas aulas “cuya habitabilidad es correcta”.

El colegio 103 es la estrella de la llamada “ruta del despilfarro” que organiza el colectivo Xarxa Urbana en Valencia y que este sábado centró su recorrido en la enseñanza pública. En esta ocasión estuvieron acompañados por familias del colegio Evaristo Calatayud de Montserrat que, además de reivindicar con un calendario erótico el transprote escolar, llevan más de cinco años dando clases también en barracones.
Junto al solar escolar ubicado al lado de las Naves Cross, la comunidad del colegio 103 reiteró el temor a que en lugar de construirles el prometido centro público, el colegio acabe convirtiéndose en uno de los anunciados centros de iniciativa social (CIS). El hecho de que la consejería no desvele dónde se construirán esos centros privados sobre suelo público alimenta sus temores. Se trata de una fórmula más de privatización, mediante la cual las empresas privadas concursan para obtener una concesión de explotación del servicio educativo por un tiempo determinado. El suelo es público, la gestión privada y el profesorado concertado.
Aunque en un principio se habló de una cantidad muy superior, fuentes de la consejería afirman ahora que va a promover siete u ocho CIS, y que “Valencia y Alicante, así como otras ciudades por determinar”, albergarán estos centros. “Se construirán en aquellos lugares donde exista demanda”, para dar respuesta a más de 7.000 familias que solicitan anualmente centro concertado”.

(Diario El País)

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